En una era en la que disponemos de infinidades de productos y servicios
al alcance de nuestras manos la industria marketera presenta un gran reto: “la
experiencia de los usuarios”.
Un consumidor solo se quedará con
aquellos que le aporten algo más, en este sentido, solo las marcas que sean
capaces de sacar toda su creatividad para, a través de las particularidades de
su oferta, aportar valor al consumidor a través de experiencias
inolvidables, estarán en condiciones para no solo sobrevivir, sino
también competir en el mercado.
Partiendo de ese punto, es importante resaltar que en la actualidad es
un gran reto para los profesionales no quedarse atrasados y hacer crecer sus
marcas, esto debido a la necesidad que tienen de adaptarse rápidamente a los
cambios y novedades que entran en el sector.
Un estudio de Havas asegura que a la
gente le daría igual si el 74% de las marcas desaparecieran. Las marcas cada vez aportan menos a la vida de los clientes, pues
estos esperan siempre algo más y lo que hoy reciben es insuficiente.
Asimismo, la Universidad de Washington en otro estudio asegura que en 10
años el 40% de las 500 empresas más poderosas del mundo desaparecerán.
Tomasz
Smardzewski, consultor en experiencia de cliente y
transformación digital, afirma que “ha habido una desconexión entre el mundo de
la empresa y el de los clientes. Las empresas asumen la
perspectiva de los clientes y se olvidan de la parte personal, de
las cosas significativas para las personas y se limitan a la relación transaccional
y contractual”.
“El problema es que la mayoría de
las empresas siguen enamoradas de sus productos y canales. Algunas empiezan a
tener cierta curiosidad por el cliente, por conectar con ellos, pero muy pocas
han creado el entorno para ello”, enfatiza Smardzewski.
En conclusión el reto para cualquier
negocio que quiera expandirse con éxito es recuperar ese amor entre su marca y
las personas.
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