Que una empresa haya conseguido una fórmula exitosa para atraer al público no significa que deba seguir aplicándola mientras funcione. Quizá hace treinta años sí, pero ahora la evolución debe anticiparse a los cambios.
La prueba está en Snapchat, que, pese a haber superado a Twitter en cantidad de usuarios activos al día gracias a su estilo de contenidos desechables, anunció la cambios para que las publicaciones puedan ser almacenadas sin importar el tiempo que haya pasado o en qué lugar se haya grabado el video.
Este sistema se llama "Recuerdos" y hace que los usuarios puedan elegir si sus contenidos queden almacenados o no. Esto puede representar una gran noticia para las pequeñas y medianas empresas, que no tienen presupuesto para hacer trabajos de marketing que desaparecerán 24 horas después de su publicación. Con esto podrán guardar sus esfuerzos y rescatarlos cuando lo consideren necesario.
Evan Spiegel, quien fundó Snapchat hace solo cuatro años, tuvo el valor de rechazar una oferta por 19.000 millones de dólares de Mark Zuckerberg por la marca y ahora amasa 150 millones de usuarios activos al día y una fortuna personal de 1,5 millones de dólares.
Estos cambios en Snapchat son una alerta a los emprendedores de todos los tamaños, que a menudo creen que el objetivo de un negocio es hacer dinero y eso les impide tomar decisiones para mejorar cuando han encontrado su zona de confort.
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