El nombre de una empresa a veces es tan importante como sus formas, pues se trata de la palabra que pensarán y pronunciarán los clientes antes de acudir a vos, y debe convertirse en sinónimo de todo lo que la marca ofrece.
A continuación hay seis consejos para que las personas elijan bien el nombre de sus empresas antes de ponerlas en marcha.
1. Tenés que decidir el objetivo de la empresa, el tipo de público al que querés llegar y cómo querés que los usuarios te recuerden.
2. El nombre debe resultar sencillo de recordar y pronunciar. Es mejor no inventar palabras ni frases. Usá el castellano que tenés a disposición en el diccionario y evitá palabras que la gente desconozca. Recordá que no estarás ahí para explicar el nombre cada vez que alguien lo lea.
3. Si es corto, mejor. Lo ideal es una o dos palabras. Evitá guiones y otros símbolos que dificulten la búsqueda en Google.
4. Procurá un nombre con sentido, algo que signifique más o menos lo mismo que tu actividad.
5. Comprobá que esté disponible en Internet (redes sociales, dominios, etc...). No querés que aparezca una disquera con el mismo nombre a demandarte y a obligarte a cambiar toda tu empresa dentro de una década.
6. Consultá el entorno. Preguntá a amigos cercanos qué les parece el nombre y sobre todo qué piensan cuando lo escuchan.
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