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12 cosas que aprendí de la quiebra de mi restaurante



El emprendedor Vladimir Guzmán publicó hace unos años en su blog un resumen de la experiencia que vivió cuando su restaurante "Funky" quebró. Lo interesante es que no parece lamentarse y que sabe que se trató de una etapa enriquecedora.

Aunque --lamentablemente-- nadie puede aprender por completo de la experiencia de otro, en 1425 hemos querido rescatar los doce aprendizajes de Guzmán para tratar de que nuestros lectores sepan lo que no deben hacer.

1. Soñar alto produce entusiasmo.
Antes de unos aprendizajes más concretos, quiero rescatar que algo que me alegra recordar es el entusiasmo desmedido que teníamos al pensar en el futuro de Funky´s como una gran cadena de restaurantes presente en un sin número de países. Nosotros tuvimos un “muro de los sueños” donde invitábamos a nuestros clientes a compartir su sueño con nosotros. Un gran sueño produce gran motivación. “Apunta a las estrellas y tus piedras llegarán a las nubes, apunta a las nubes y tus piedras a duras penas tocarán la copa de los árboles.”

2. Una sociedad de más de 3 es mucha gente. 
Nosotros empezando siendo seis, ¡si seis!, un número ridículo para cualquier sociedad, como dijo René Rojas en una charla, “si tiene 4 o más socios mejor arme un equipo de micro”, y es que aparte del desinterés que esto puede generar en alguno o cada uno de los socios, también trae consigo el siguiente gran aprendizaje.

3. Es necesario que haya un líder. 
Y no es solo esa persona que pensó la idea y que logró conseguir el equipo, es también la persona que mantiene la energía y toma decisiones, malas o buenas, pero las toma.

4. Necesitas estar al frente de tu negocio. 
Comenzando un negocio nadie más que tú podrá garantizar que la atención sea impecable. Si quieres montar un restaurante y quieres que salga adelante muy seguramente tendrás que invertir una buena parte de tu tiempo en el establecimiento. Puede que esto cambie con el tiempo, pero al principio delegar todo puede ser un grave error.

5. Invirtí el tiempo necesario para saber cuanta gente pasa exactamente por el frente de lo que será tu local. 
Que la zona “sea buena” no es sinónimo de que la calle en la que te ubicarás también lo sea. Vale la pena que pases por lo menos un día entero enfrente a donde pondrás tu negocio.

6. Invierte en publicidad todo lo que puedas. 
Si en algún momento quiebras que no sea porque la gente no te conocía o no sabía qué era lo que vendías. Luego de más de un año de estar establecidos la gente aún llegaba y nos preguntaba “¿Esto es nuevo?”. Si ya abriste, has bulla por todos los medios posibles y aprovecha al máximo el poder la publicidad online.  Si no sabes nada de Adwords y Facebook Ads busca alguien que te ayude con ese tema.

7. Vende algo que se consuma todos los días. 
Nosotros vendíamos wraps y hamburguesas rellenas, y aunque nuestros clientes se enamoraron de nuestros productos, no era algo que consumieran a diario, por lo que nuestro flujo de gente no era constante.

8. ¡Ojo con los precios! 
Atacar el mercado únicamente con precios bajos puede ser una mala estrategia, pero subir drásticamente los precios de todos tus productos, es mucho peor. Si haces esto segundo, los clientes que sean fieles a la marca, van a sentir un cambio drástico y muy seguramente no volverán. Así que antes de empezar, dedícale un buen tiempo a estimar costos y establecer buenos precios. Y si ya tienes precios y sabes que cometiste un error, es necesario enmendar el error poco a poco.

9. El papel que uses para imprimir cartas no es fundamental.
Cuando estas empezando y tienes un restaurante pequeño, tienes la ventaja de variar rápidamente algunos platos, agregar unos nuevos o quitar los que definitivamente no se venden. Pero si decidiste invertir en buenas cartas estos cambios pueden salir más caros que sus propios beneficios.

10. La pintura de tu local no es la culpable de las malas ventas. 
Un día, ahogado en la desesperación, decidí pintar el local para hacerlo ver mucho más “Funky”, sin embargo mis estimaciones no fueron correctas, la pintura quedó a medias y las ventas nunca subieron

11. No cambies tarjetas SIM por comida.
Esto es simplemente una anécdota que quería recordar, aunque parezca increíble un día llegó un grupo de vendedores de tarjetas movistar (sin dinero) a proponernos que nos dejaban algunas tarjetas mientras cumplían sus metas del día y regresaban a pagarnos, evidentemente nunca volvieron.

12. Vale la pena intentarlo. 
Al final de cuentas la mejor forma de aprender algo es haciendo, nunca estarás lo suficiente preparado, ni totalmente seguro, así que si quieres montar un negocio o necesitas tomar una decisión crucial para tu vida…. no pienses tanto y actúa. #ViveFunky

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